Presenzas de Castelao en Barcelona. Dous momentos artístico-literarios

Páxina Anterior

Apéndice C. Reseñas de Libro de e sobre Castelao na prensa barcelonesa en 1975

Páxina Seguinte

Presenzas de Castelao en Barcelona

     Durante varios anos, desde as planas de La Vanguardia, Tele/eXpres ou as revistas Mundo e Destino, Xavier Costa Calvell, que xa apareceu en diversas ocasións nestas páxinas, e voltará aparecer, deu noticia crítica de novidades literarias galegas. Libros de Otero Pedrayo, de Xosé Luís Méndez Ferrín, de Eduardo Blanco Amor, de Álvaro Cunqueiro, de Manuel Antonio, de Ramón Piñeiro, de Fernández del Riego, de Víctor Freixanes, e un longo etcétera, foron reseñados nas páxina dos devanditos xornaise revistas. Non se trataba de reseñas de traducións de escritores galegos ao español ou ao catalán, senón de reseñas de libros orixinariamente publicados en galego. Durante 1975 Costa Clavell publicou reseñas de diversos libros galegos. Delas, unha estaba dedicada a un libro sobre Castelao, a outra a un libro de Castelao. Eis as dúas, aparecidas ambas no vespertino Tele/eXpres.


LIBROS GALLEGOS
CASTELAO Y LOS REFRITOS DE ALONSO MONTERO


     Hay hombres, personajes, a quienes la posteridad trata en ocasiones con exagerado respeto y, otras, con muy poco. Unas veces aparece desfigurado su auténtico perfil histórico —e incluso estrictamente humano— por efecto del ditirambo y otras por el de la gratitud o el de la manipulación. La vida y la obra de estos hombres son tergiversados con frecuencia. Todo el mundo entra a saco en la una y en la otra, sin método alguno y con muy escasa fidelidad a la verdad histórica. Es lo que viene ocurriendo hace años con la popular, noble y transcendental figura de Castelao. Mientras unos se empeñan puerilmente en minimizarla —incluso todo un alcalde de Santiago de Compostela se ha permitido hace poco decir que Castelao "no merecía ni siquiera una conferencia"— o en reducirla astutamente a unos límites concretos e inocuos —de humorista estricto, por ejemplo—, despojándolo deshonestamente de su importante dimensión políticosocial, algunos, como Alonso Montero, se atreven a enmendarle irresponsablemente la plana a su verdadero pensamiento, endosándole gratuitamente la etiqueta de marxista, contra lo cuál, por supuesto, si fuese cierto, si fuese adecuada, no habría, en absoluto, nada que oponer.
     El profesor Alonso Montero acaba de publicar un librito titulado "Castelao" —Akal Editor, Madrid 1975— en el que recoge media docena de artículos suyos sobre el autor de "Sempre en Galiza". "Castelao —dice Alonso Montero en el "limiar"— está agardando un libro grande i este non o é, nin xiquera no corpo". Desde luego. El suyo no es, en rigor, ni siquiera un libro, sino una simple reproducción de artículos ya publicados anteriormente en diversos periódicos, es decir, en más claro romance, un conjunto de refritos, mal empaquetados, que no aportan absolutamente nada al conocimiento de Castelao y de su obra. Todo lo que dice Alonso Montero en este magro, remendado y desangelado "Castelao" suyo lo han dicho antes, y bastante mejor, otros muchos escritores gallegos. Para este viaje no precisaba ciertamente alforja alguna el profesor Alonso Montero. Cualquiera con su propio bagaje hubiera podido hacer tal viaje. Porque, ¿qué escritor gallego no ha publicado en su vida diez o doce artículos sobre Castelao?
     Pero, en todo caso, su liviana aportación no es lo más reprochable en estos refritos, sino el que, ni corto ni perezoso, saltándose a la torera la verdad histórica y el propio contenido de la obra del líder galleguista, Alonso Montero se permite afirmar que "Castelao diseña situaciós e peripecias nas que subxaz un planteamento rigurosamente marxista". Todavía están afortunadamente vivos muchos amigos de Castelao y a todos aquellos con quien hablé de este asunto les he oído —y no se trata de antimarxistas precisamente— rechazar, con mayor o menor indignación, la especie alegremente propalada por el profesor Alonso. Y es que Castelao no precisa en modo alguno que nadie le recomponga con afeites la fisonomía política.
     La desafortunada manipulación de Alonso Montero ha sido denunciada recientemente —abril, 1975— por Méndez Ferrín, al afirmar, en "Cuadernos para el diálogo" que "resulta inmoral maquillar, deformar o manipular el ideario nacionalista, imperialista, democrático y popular de Castelao, quien, al igual que José Martí y Sun Yan Sen en sus patrias respectivas, nunca fue marxista, pero si fundamentó la primera etapa de la marcha popular hacia el socialismo y aún más lejos".
     Ya anteriormente había cometido Alonso Montero otro pequeño desaguisado con Castelao. Me refiro al libro que recoge el álbum "Nós" —Ediciones Júcar, Madrid, 1974—, prologado por el estridente e impulsivo profesor y es de suponer que publicado bajo su poca conveniente supervisión, en el que no sólo queda casi totalmente destruida la calidad artística de las estampas debido a lo deplorable de las reproducciones, sino que incluso faltas dos, sin que al lector se ofrezcan razones válidas acerca de su exclusión.
     Convendría que Alonso Montero dejase a Castelao en paz por algún tiempo o que se ajustase a una línea hermenéutica con menos dudosa y sensacionalista inventiva y con más rigor de fondo y forma. La demagogia hace siglos que ha devenido un peligroso bumerán.


(Tele/eXpress, recorte en noso poder, s/d., aínda que pode datarse polo mes de xuño de 1975.)





LIBROS GALLEGOS
"AS CRUCES DE PEDRA NA GALIZA", DE CASTELAO


     Se trata de una de las obras (34) más interesantes de Alfonso R. Castelao. El texto —con gran cantidad de ilustraciones del propio Castelao— constituye un exhaustivo estudio monográfico de las cruces y cruceros —esculpidos en piedra— que se extienden a lo largo y a lo ancho del país gallego y, de pasada, tambien una valiosa cala etnográfica. Este volumen está escrito con aquel profundo amor y conocimiento que Castelao ponía siempre en las cosas relacionadas con Galicia. Todo en su obra —artística, literaria, periodística, política o de investigación— es medularmente gallego y aparece traspasado de palpitamente humanidad. "O artista en Castelao —escribe Luis Seoane en su "Castelao artista"— obrou sempre de acordo ca sua condición de home. Atuóu deducindo de si mesmo verdades universales para Galicia que vano confirmar na historia do país galego como un dos seus máis grandes homes, pois nél confluiron, destacándose, encarnándoas na sua obra, as distintas correntes populares que existían en Galicia".
     Aparte de los numerosos dibujos que ilustran este volumen de Castelao recoge un álbum con 74 láminas. La que comento es una edición facsímil de "As cruces de pedra na Galiza", libro aparecido en Buenos Aires —sufragada su publicación por los emigrantes gallegos— en 1950, y es el primer volumen de las obras completas de Castelao —serie gráfica— que anuncia el editor Akal desde Madrid. La edición argentina está agotada desde hace muchos años y ya era imposible obtener un ejemplar de la misma. De ahí que la editorial Akal haya prestado —valga esta vez el tópico expresivo— un inestimable servicio a la cultura gallega, no sólo por tratarse de una obra de Castelao, sino también porque la presente edición facsímil ha sido hecha con encomiable dignidad gráfica. Al final del libro, después del álbum de láminas, se inserta una "Information summary" escrita por Eduardo Blanco Amor y traducida al inglés por G. Hennessy
     Al hablar de la génesis de los cruceros, dice Castelao: "Hestóricamente a cruz é a espiña dorsal do cristianismo; pero, en verdade, o culto da cruz foi estatuido po-los seguidores de San Francisco, e dabondo se coñecen as representacións artísticas deste novo ciclo piadoso". Antes de referirse concretamente a los cruceros gallegos, había precisadio que "Galiza é, pol-os seus fondos primitivos, o que Renán dixo dos celtas e que nos volvemos a reproducir: 'unha raza misteriosa, que ten o sentido do alén e o segredo da morte'. Certo que ao redor ds eirexas a vida futura parece ser unha ación da vida presente, que nos transporta a rexións inescrutábeis de infindas lonxanías; pero arredor dos cruceiros siguen imperando as antergas crencias, e a nosa espranza non fuxe da terra cando cavilamos no tránsito prescrito. Nos cruceiros a ideia relixiosa faise carne pesada".
     Los cruceros son algo así como los mudos testimonios de la historia íntima y doloridamente humana de Galicia. "Onda hai un cruceiro —comenta Caselao— cáseque sempre houbo un pecado, e cada cruceiro é unha oración de pedra que fixo descer un perdón do ceo, pol-o arrepentimento de quén o pagou e pol-o sentimento de quén o fixo". Como siempre, Castelao logra palpar, con lúcida emoción —poéticamente—, la propia médula del hombre gallego, esa sustancia —celta, romana, sueva— que nutre subterráneamente su accidentado devenir histórico.


(Tele/eXpres, 17 de decembro de 1975.)

 










                    NOTAS

34 Akal Editor, Madrid, 1975.

Páxina Anterior

Ir ao índice de Páxinas

Páxina Seguinte


logoDeputación logoBVG © 2006 Biblioteca Virtual Galega